Polémico descubrimiento: un grupo de bloggers hacen un viaje de promoción por las Rías Baixas que ha costado 71.800€. Eran 9, así que el coste por blogger es de unos 8.000€.
El viaje fue parte de una campaña en Social Media que en su momento me parecío bastante inteligente. Invitar a un grupo de personalidades influyentes para que pasen un fin de semana hablando de las excelencias de visitar una región. Justo antes de una temporada llena de puentes, cuando todos estamos decidiendo donde vamos a ir. Supongo que a más de uno de sus seguidores en las redes sociales habrá pensado en visitar la zona.
¿Dónde está la polémica? ¿Queremos ver que fueron invitados como se invita al sobrino del Concejal de Urbanismo? ¿O es el problema que son bloggers?
¿Cuanto cuesta grabar un anuncio y emitirlo por la TV para que luego la gente lo evite haciendo zapping? ¿O mejor poner vallas publicitarias que nadie ve?
No habría tal polémica si se hubiese gastado una cantidad muy superior en grabar un anuncio con un famosete de tercera. El coste de la emisión de una campaña en TV es muy superior y su efectividad dudosa. Pero como es tradicional y estamos acostumbrados a hacerlo a nadie le supone un problema.
Yo he ido a comer a sitios o evitado ver películas por opiniones de tuiteros y bloggers. Incluso me fío del criterio de algunos a quienes sólo conozco virtualmente. Es lo que tiene el Social Media, la cercanía genera confianza. Mucha más que un anuncio puesto en una revista. Estas personas tienen una reputación y la ponen al servicio de una marca.
Oímos 71.800€, miramos nuestra cuenta bancaria y pensamos que es una barbaridad. Pero ¿alguien ha mirado el número de impresiones publicitarias? ¿Qué coste habría tenido usando medios tradicionales?
¿Alguien se quejaría si fuese un viaje por las Rías Baixas de Arturo Fernández? No, claro, es famoso y su visita da publicidad. El problema es que el bueno de Arturo tiene influencia entre mi abuela y sus amigas, que ya sólo viajan con el Imserso. Si queremos que personas de 30 y tantos nos escuchen, tendremos que usar otros interlocutores.
Disclaimer: Conozco personalmente a uno de los bloggers de este supuesto escándalo y sigo a otro en Twitter. Pero mi relación con ninguno de ellos es tal que sienta necesario salir en su defensa.